EntreNómadas | Conoce a Crescente y su experiencia sobre estudiar y trabajar en Vancouver


Aprender inglés o mejorar el dominio de esta lengua fue un factor influyente en la decisión de Crescente Prieto para irse a vivir fuera de su Chile natal. Causalmente fue el trampolín y al mismo tiempo la trampa: lo que iba a parecer como una adaptación “gradual” resultó un empujón forzoso ya que en su destino elegido pocas personas a su alrededor entendían el español, su lengua materna. 

Lejos de paralizarse, redobló la apuesta y se obligó a dar batalla: “Me puse súper estricto con el tema. Todos los días, después de esta escuela donde estaba anotado, me iba a la biblioteca a leer sobre gramática”. Curiosamente, hoy no imagina su vida fuera de Canadá, el país en el cual aterrizó con la tranquilidad de que un miembro de su familia reside allí hace bastante tiempo.

Estudiar y trabajar en Vancouver ha sido una experiencia bisagra en la vida de Crescente, estudiante chileno que llegó a Canadá en busca de un crecimiento personal y perfeccionar su inglés

En principio, el plan era ir a Vancouver un par de meses a estudiar. Luego terminó extendiendo de 4 a 9 meses la estadía. Lo cierto es que no quería volver y toda posibilidad para quedarse más tiempo parecía una oportunidad dorada. “Empecé a ver opciones de un diplomado para ver de quedarme más tiempo. Esto me permitía estudiar y trabajar en Vancouver algunas horas también”, cuenta Crescente en diálogo con Nómadas Experience. 

¿Por qué elegiste migrar? 

Perfeccionar el inglés, vivir una experiencia que fuera un despertar en una reciente salida de la Universidad, encontrar un lugar en el que pudiera estar mejor pago que en Chile y la ventaja de tener un familiar viviendo allí son algunos de los motivos que me llevaron a querer ir a Vancouver. 

¿Qué fue para ti lo más desafiante del proceso migratorio?

Haber pasado la etapa de plena pandemia de coronavirus fue una instancia bisagra estando fuera de mi país. 

Aprender el idioma resultó otro gran desafío: yo hablaba muy poco inglés. Al principio no conocía a nadie y entré a una escuela en la que muchos de los estudiantes eran japoneses, de la India, entonces tampoco es que fuera de las clases pudiera comunicarme mucho en español. Me puse súper estricto con el tema. Todos los días, después de esta escuela donde estaba anotado, me iba a la biblioteca a leer sobre gramática.

Luego también la gente en Vancouver me representó un gran desafío. Es algo difícil tratar con ellos como locales, son simpáticos pero no tienen un estilo de vida muy abierto a hacer o formar parte de grupos sociales como sí en otros países.

Un viaje hacia una mejor versión

¿En qué crees que te ayudó emigrar?

Siento que soy otra persona, crecí mucho personalmente. Aprendí mucho de enfrentar cosas solo, porque van a haber momentos difíciles de estar solo. Hoy me siento una persona mucho más culta y habiendo mejorado notablemente mi nivel de inglés. 

Esto suena raro pero siento que mejoré una versión de mí, y no es que antes fuera malo, pero tener tu vida todo el rato en el mismo lugar se siente como estar atascado. Me sirvió moverme, ahora me veo preparado para enfrentar desafíos. 

“Hay que atreverse a hacer cambios, a tomar los desafíos” 

Volver me pegó muy duro. Tengo como meta estar en Chile durante 1 año para trabajar, juntar experiencia, ahorrar y ajustar temas económicos y luego volver a Vancouver para quedarme. Es donde me siento más a gusto y mi idea es tramitar la residencia permanente.

Si pudieras aconsejar a personas interesadas en emigrar, ¿qué les dirías? 

Si yo le pudiera decir algo a quien esté pensando en emigrar o que esté en sus primeras instancias de viaje es que es importante ser inteligente con los gastos. Al principio se pone en juego la emoción de estar en otro país, uno quiere asistir a fiestas, eventos, todos los planes que tengan que ver con el ocio y el entretenimiento. Pero también hay otras formas de entretenerse. 

“Mi mayor consejo es pensar bien en qué hacer tus gastos: renta, comida y seguro deberían, para mí, ser como la prioridad”

¿Cuál ha sido el rol de Nómadas Experience en tu experiencia en particular?

Durante el Covid-19 me ayudó mucho tener el contacto directo con un asesor de Nómadas. Te ayudan a gestionar documentación que hubiera sido muy complicado de hacer solo. Me ayudaron a sacar una tarjeta*… Me simplificaron mucho en ese sentido, funcionaron como facilitadores de procesos.

*Spoiler Nómada: ¿Sabías que desde Nómadas Experience brindamos asesoramiento para que nuestros estudiantes puedan acceder a la apertura de una cuenta de banco, su tarjeta de transporte y también acompañamos todo el proceso burocrático para que puedan trabajar en destino? 

Vancouver: un super destino de estudio y profesionalización

¿Cómo fue para ti estudiar y trabajar en Vancouver?

Mi objetivo era ir un par de meses a estudiar. Luego terminé extendiendo de 4 a 9 meses la estadía. Empecé a ver opciones de un diplomado para ver de quedarme más tiempo. Esto me permitía estudiar y trabajar algunas horas en Vancouver también.

Así fue como me anoté en un Diplomado en Marketing Digital que contempla 6 meses de clases, con la posibilidad de acceder a trabajos de medio tiempo, y 6 meses de práctica, con la posibilidad de acceder a trabajos de tiempo completo mientras realizas tu práctica en una empresa. 

En mi caso tardé bastante en encontrar una empresa donde realizar la práctica profesional que me exigía el Diplomado, pero afortunadamente terminé haciendo mis prácticas con Nómadas Experience así que eso fue clave para poder aplicar mucho de lo aprendido con toda la parte emocional y simbólica que se ponía en juego para mí viviendo esta experiencia. 

Si hay alguien interesado en hacer este tipo de experiencias, le diría que comience a buscar el lugar de prácticas al menos 3 meses antes de finalizar la etapa de estudio, como para asegurarse la “salida” luego. 

¿Qué fue lo que más te gustó de vivir en Vancouver?

La oferta laboral es muy alta. La multiculturalidad es algo que no deja de sorprender. Te encuentras latinos, asiáticos, personas de la India, gente de todos lados. Al principio no entendía nada porque me parecía muy loco que estuviera tan globalizado pero me encantaba. Es más, es tan multicultural que Vancouver en sí mismo no es un destino que pueda hacer gala de una identidad cultural propia. 

“Hay una impronta muy fuerte de la presencia de otros países”

Allí tenía una vida mucho más activa de la que tenía antes de salir de Chile y de la que tengo ahora que estoy temporalmente de regreso. Si no te movés la vas a pasar mal. 

¿Qué fue lo que más te costó durante esta experiencia?

De por sí, el trabajo en el sector de hospitality o gastronomía es algo difícil. Luego, cuando pude irme a vivir solo en Vancouver, me encontraba saliendo del trabajo y llegando a mi casa solo, sin nadie que estuviera para la rutina propia de una convivencia: cocinar, compartir comida, la instancia de recreación. 

Después, hay una parte que cuesta más que nada por el desarraigo que es echar de menos tu grupo de gente, mis amistades y afectos en Chile. El hecho de perderse actividades, un amigo se casó mientras estaba allá. Pese a que Vancouver es demasiado multicultural, no tenía muchos amigos chilenos. 

Vancouver es un destino carísimo en comparación con otras alternativas. Esto es algo a tener en cuenta al momento de iniciar un proceso migratorio: es común encontrarse ciertos problemas con el tema del arriendo y la renta.

Yo viví 2 años y medio en una casa de 4 cuartos, compartiendo estadía con otras personas: había estudiantes de México, Japón, India y África.

¿Cómo era tu rutina en Vancouver? ¿En qué consistía tu día?

Mis últimos 6 meses trabajé de 9:00 a 17:00 horas en un restaurante. Luego, volvía a mi casa, cocinaba, lavaba ropa e iba a hacer las compras. Los fines de semana los dedicaba a los planes de ocio y entretenimiento, aprovechaba las horas de luz mientras podía y luego también me dedicaba a leer, ver series, juntarme con amigos, hacer salidas. 

¿Aprovechaste la experiencia para hacer turismo?

Los paisajes de Vancouver en sí mismo y de los alrededores son una locura. Puedes tener ciudad, bosques, animales, lagos, todo al mismo tiempo. No podía creer dónde estaba. Tienes para hacer hiking, centros de ski, centros de bicicleta. Hay muchas opciones y el bus llega super bien.

He visitado Whistler, una ciudad al norte de Vancouver -un destino famoso por albergar al Whistler Blackcomb, uno de los centros de esquí más grandes de América del Norte-. Estuve en Banff, que es un pueblo turístico ubicado en la provincia de Alberta -a una distancia aproximada de 854 km de Vancouver- y hogar del Parque Nacional de Banff.

Además de estudiar y trabajar en Vancouver, Crescente aprovechó su estadía para hacer turismo en los atractivos cercanos

Y conocí también Seattle -la ciudad más grande del estado de Washington, en el noroeste de Estados Unidos-, que tiene una cercanía bastante relativa ya que se encuentra a menos de tres horas de viaje de Vancouver. 

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